lunes, 30 de diciembre de 2013

¿Cómo influye la cultura y el idioma en terapia?


Cuando hacía la carrera solía escuchar una y otra vez de boca de muchos catedráticos, de la importancia de ser objetivo.  En la Universidad Complutense de Madrid, casi todos los profesores que me dieron clase provenían de la orientación cognitivo-conductual, de ahí la insistencia en la objetividad. En aquellos primeros años, yo creía fielmente en ese paradigma y por ello no dudé en las palabras de las personas que me enseñaban cada día, de hecho, yo me los imaginaba entrando a su oficina, dejando tras de sí todas sus cualidades personales y poniéndose una máscara que ocultara los sentimientos, las ideas, los pensamientos que tanto los caracterizaban en clase pero, …. ¡qué gran sorpresa me llevé la primera vez que entré en un despacho dónde me esperaban los primeros pacientes de mi vida! (aquellos pacientes que por ser los primeros siempre ocuparán un lugar especial en mi recuerdo – pero esta, ya es otra historia- ). Fue allí, en aquella primera entrevista, dónde pude experimentar el gusto de lo subjetivo, y con ello la gran influencia que cada uno de los psicólogos tenemos debido a nuestro idioma, nuestra cultura y cómo no, de nuestra personalidad. 

Así que de pronto tuve que borrar todo lo aprendido acerca de la objetividad, y encontrar mi manera dentro de la orientación elegida, de hacer terapia. Descubrí mediante la experiencia,  que no todos los psicólogos pueden ayudar a todas las personas, ni todos los pacientes están hechos para todos los psicólogos. Es decir, que para poder llevar a cabo una buena terapia hay tres ingredientes fundamentales: que ese paciente concreto conecte con ese psicólogo específico, que ese psicólogo específico conecte con ese paciente concreto, y en definitiva que haya – lo que llamamos – una buena alianza terapéutica. Ya existen varios artículos que explican qué se necesita para que haya una buena alianza entre paciente y terapeuta, pero yo quiero sumergirme en el ámbito cultural e idiomático de la terapia – dejando en este post un poco más de lado lo que influye la personalidad del terapeuta -.

Cuando un paciente entra a consulta, lleva probablemente un buen tiempo pensando en venir, y tiene muchas ganas de contar todo lo que le pasa en el menor tiempo posible y de la mejor manera. Aquí entran en juego todos los giros idiomáticos, los refranes, las frases hechas y las palabras de moda, también aparecen los nervios y aquellas manifestaciones propias de cada cultura (formas de hablar más o menos directa, diferentes tipos de humor más característicos de unos sitios que de otros, un ambiente más o menos formal, aparece más o menos espacio entre el paciente y el terapeuta, y muchos otros detalles a veces muy notables y otras casi imperceptibles). Todas estas manifestaciones favorecen o dificultan la relación terapéutica. Como psicóloga, me interesa entender bien todo lo que el paciente me cuenta para poder planificar – en la medida de lo posible – una terapia eficaz. Hablar la misma lengua me facilita mucho la tarea y la comunicación con el paciente, e inevitablemente ayuda a que la terapia fluya de forma natural.

Con todo este post no quiero decir que un terapeuta extranjero o que no hable la lengua materna del paciente, no pueda llevar a cabo una terapia eficaz. Lo que sí quiero decir es que si un inmigrante de habla hispana va a un terapeuta de habla hispana, la terapia será más rápida y fluida porque no habrá que poner tanto esfuerzo a la hora de comunicarse, ya que los giros idiomáticos, las distancias, el humor y el ambiente será el mismo para paciente y terapeuta. Por último añadir que si un inmigrante va a un terapeuta que a su vez también es inmigrante, eso ayudará a la terapia y el terapeuta podrá comprender más profundamente al paciente.

Para terminar sólo añadir que aquellos inmigrantes que vean que necesitan terapia porque llevan un buen tiempo en el país elegido y sienten que no están integrados, es importante que sepan qué puntos son elementales a la hora de buscar un terapeuta, y uno de ellos es el idioma.  Ya dedicaré un post entero sobre ¿Cómo encontrar al terapeuta adecuado para mí?

Hasta el próximo día!
Auf wiedersehen ;)

martes, 24 de diciembre de 2013

Importancia de las despedidas II


En el post anterior hablamos de las despedidas de seres queridos, y lo prometido es deuda, hoy voy a centrarme en la despedida de la ciudad, de sus costumbres y cultura. 

Parece fácil de entender que despedirse de la gente que se quiere es algo imprescindible, pero .. ¿por qué deberíamos despedirnos de la ciudad? Y más aún .. ¿por qué deberíamos despedirnos de las costumbres? ¿Acaso no podemos seguir comiendo tortilla y tomando cañas fuera de España? Claro que sí, podemos cocinar tortilla cuantas veces queramos, podemos comprar cerveza, incluso marca española, pero el lugar, el camarero, el bar, el idioma, el sol, el ruido, la gente no será la misma. Puedo parecer insistente pero creo que despedirse es cerrar capítulos, en este caso, despedirse significa cerrar el capítulo de ”lo vivido en esa ciudad en concreto”. Detalles de una ciudad como son su arquitectura, su color, sus ruidos, su clima, su gastronomía y la cultura la hacen única e irrepetible, … ¿no es ese un motivo suficiente para despedirse de ella en condiciones? Si todavía no te he convencido déjame repetirte lo mismo que la última vez: cuando una persona cambia de país necesita ir, como decimos en Argentina, “con las pilas cargadas”, y para que esas pilas duren mucho tiempo cargadas se necesita caminar una serie de pasos antes de marchar para que ayuden al inmigrante a adaptarse mejor en el país de destino. Como expliqué en el post anterior acerca de los rituales, en el proceso de migración no existen rituales establecidos, oficiales y conocidos por todos, por ello cuando se es inmigrante – y sobre todo si se cambia más de una vez de país – se tiende a establecer los rituales que se pueden, y en mi caso como inmigrante y como psicóloga, las despedidas son parte esencial de estos procesos de migración.
 
A continuación se dejan ideas de los dos rituales: 

 Receta de una despedida de la ciudad, con el ejemplo: MADRID

  • Caminar por la Gran Vía tantas veces como a uno le apetezca.
  • Ir a la Plaza Mayor y disfrutar de los artistas callejeros.
  • Entrar al Palacio Real y observar la Catedral de la Almudena desde el patio.
  • Ir al Teatro Real y disfrutar de una ópera o de un ballet.
  • Caminar por el paseo del Prado, entrar al Museo “El Prado” y ver al menos tres pinturas que nos gusten (La maja desnuda, Las meninas y Las Hilanderas)
  • Ir al Mercado “San Miguel” aunque sea sólo para verlo.
  • Disfrutar del sol todo cuanto se pueda, es posible que en Austria y en otros países del norte no veamos tanto el sol durante el invierno como lo hacemos en Madrid, por eso: hay que recargar pilas!

 Receta de ritual de despedida de las costumbres, por ejemplo: costumbres españolas

  •  Tomar unas cañas con unas ricas tapas en cualquier bar de Madrid.
  • Comer un bocata de calamares con sidra en algún bar de la Plaza Mayor con amigos, hermanos, padres o quien quiera apuntarse hombre!
  • Salir de fiesta con amigos por la noche madrileña, y coger el BUHO para volver a casa.
  • Escuchar una canción en vivo y en directo en el metro de Madrid mientras se va al trabajo o a la facultad.
  • Quedar para unas cañas informales con amigos y acabar saliendo de fiesta por Huertas

 Estas son sólo ideas de cómo hacer despedidas de ciudad y cultura, pero seguro que los que han tenido que vivir el capítulo de “Adiós ciudad, adiós costumbres” pueden dejarnos muchas experiencias diferentes y enriquecedoras, os animo!

Por último, me gustaría añadir que despedirse de las costumbres no quiere decir que vayamos a dejar de lado quiénes somos y que cultura tenemos, porque eso sería engañarnos a nosotros mismos, arriesgándonos también a perder parte de nuestra identidad, así que esa no es mi intención. Se trata de que con la despedida la persona esté dejando claro a su psique qué se deja atrás y qué viene adelante, es decir, ayuda a establecer un antes y un después en su vida. Una vez más la despedida ayuda a la psique a asimilar grandes cambios.

En otro post, más adelante, trataré el tema sobre ¿cómo mantener la propia cultura a la vez que integrar aspectos de la cultura nueva? ¿Integrar la cultura nueva es traicionar nuestra cultura?   

 Hasta el próximo día!  Feliz Navidad!

Auf wiedersehen! Und Frohe Weihnachten!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Un “Hasta luego” y un “Willkomen” La importancia de las despedidas.


Cómo muchos habrán notado, el blog estuvo temporalmente en stand-by, porque en cuanto se iba aproximando la fecha de emigrar a Austria quería despedirme de todas las persona que quiero en Madrid, y especialmente de mi familia y amigos.  Así que no tenía tiempo ni energías para sentarme a escribir sobre temas que requieren de toda mi atención y ganas. ¡Pero ya he vuelto! Y esta vez para quedarme …

Aunque expliqué superficialmente en otros posts la importancia de las despedidas, me gustaría que con esta entrada se entendiera por qué es tan importante despedirse de la tierra y la gente que uno tanto quiere

Empecemos por el principio, como ya escribió Celia Falicov, una psicóloga argentina emigrada a EEUU, los rituales y las tradiciones son muy importantes en la cultura de cada país y etnia, porque ayudan a las personas a darle significado a hechos importantes de su vida. Son marcadores de transiciones que favorecen la asimilación de ese cambio, por ejemplo, los funerales, los bautizos, las bodas, Nochevieja, Reyes, comer las doce uvas escuchando las campanadas, etc. Todos estos y muchos otros son rituales que celebramos a lo largo de nuestras vidas. Muchos tienen su origen en la religión, pero para aquellos que no creen, no significa que por no creer no ayuden a la psiquis a asimilar cambios. Por ejemplo, una boda, puede ser por lo civil, y el significado, si bien tiene un cariz diferente, ayuda de la misma manera a comenzar un nuevo ciclo en la vida de esa pareja.  El nacimiento de un niño puede tener como ritual el bautizo o puede simplemente ser una reunión de familiares para recibir la llegada del niño … Pero ¿Por qué explico esto de los rituales? Porque en el tema que nos interesa: la migración, no hay rituales establecidos y conocidos para ayudar a que la persona asimile y de significado a ese hecho tan importante en su vida que es cambiar de país

Sin embargo, que no haya un ritual establecido no significa que no podamos hacer uno nosotros mismo, y para mí la despedida es uno de ellos. 


Receta de un ritual de despedida de seres queridos


-          Elección del día y la hora de la despedida.
-     Llamada telefónica, emails y whatsapps a todos los amigos y familiares que se quiera invitar a esa despedida.
-      Reserva en un restaurante para “x” comensales (también puede hacerse en la propia casa si se tiene espacio suficiente).
-          El día fijado ir a la propia despedida (no olvidar cámara de fotos!)

Como psicóloga considero que despedirse en condiciones de la gente que se quiere asienta muchas bases: por un lado la persona tiene la oportunidad de decirle a todos sus seres queridos cuanto los quiere y cuánto los va a echar en falta, en este caso el significado es de cariño, por otro lado con este evento se hace más real el hecho de un antes y un después, es decir, el significado que tiene es el de dar un paso más hacia el nuevo cambio de vida. Decir adiós significa cerrar un capítulo de la vida de esa persona. Está claro que no por decir adiós se va a dejar de hablar, contactar y querer a esas personas, eso nunca va a pasar, pero la rutina y frecuencia con que se verán será menor.  


Antes de pasar a otro tipo de despedidas me gustaría enfatizar en que despedirse de la gente que se quiere es un paso que yo, como profesional, considero necesario y esencial, y que no hacerlo dificulta la posterior integración a la cultura y país de acogida. Me gusta pensar que las personas somos como libros, necesitamos cerrar capítulos para poder empezar el siguiente. Saber que podemos releer un capítulo cada vez que queramos – visitando a familiares, llamando por teléfono, haciendo skype, con whatsapp y otras mil maneras de mantenernos comunicados - pero teniendo en cuenta que el tiempo que estamos releyendo no lo estamos usando para escribir en nuestro siguiente capítulo. Sé por experiencia que la adaptación es lenta y gradual, pero les puedo asegurar que si no cerramos capítulos – si no hacemos una despedida llena de recuerdos y momentos bonitos – la adaptación será muchísimo más lenta, con más altibajos y más gradual. Por eso os animo a quienes aún estáis en esta parte del proceso a que organicen las despedidas que sean necesarias para poder comenzar con buen pie el capítulo en el extranjero. 


El post – como es costumbre mía – se está alargando mucho, asi que me gustaría dejar esta primera parte colgada y en el próximo post colgaré la continuación de las despedidas, pero con otro matiz. Hoy hablamos de las despedidas de seres queridos, de su significado y su importancia, el próximo post hablaré de la despedida de la ciudad y de las costumbres.

Hasta el próximo día!
Auf wiedersehen!