domingo, 20 de julio de 2014

Porque el Mundial no es sólo jugar al fútbol

Hola a todos mis lectores! Iba a colgar la segunda parte del artículo anterior, pero en este tiempo que no he estado escribiendo han pasado tantos eventos que creo mejor hablar sobre ellos, en concreto voy a hablar de cómo un evento deportivo puede hacer que se remuevan todas las emociones dormidas que lleva por dentro un inmigrante. No sólo porque lo he oído de otras personas, sino porque lo he experimentado yo, que ni siquiera me gusta el fútbol. Asi que hoy hablaré de esto y la próxima semana colgaré la continuaciónd el anterior.

¿Qué significa el mundial? El mundial no trata sólo de ver como nuestro equipo mueve la pelota, gambatea o mete goles. No trata de tener o no a Messi en el equipo, ni de tener a un Mascherano del que estar orgullosa. No. El mundial trata de cómo muchisima gente del mismo país se reúne para compartir sentimientos, para hacer un asado, para tomar unas cerevzas ... en definitiva para pasar un tiempo juntos compartiendo la propia cultura. Tanto estando en el propio país como estando fuera de él. Pero claro, si se está fuera, parece que todo se magnifica y se siente doblemente. Es algo insonsciente pero así es.

Porque el mundial es como una batidora de sentimientos dormidos. Todos los inmigrantes tenemos - me incluyo - sentimientos de nostalgia sobre nuestra tierra ... todos añoramos de vez en cuando esas pequeñas cosas que hacen de nuestra cultura y de nuestra gente, una muy especial. Pero en el día a día, esos sentimientos de nostalgia no afloran a cada rato, porque no sólo sería incómodo sino también insano para la integración al nuevo país. Pero que no afloren todos los días del año, no significa que no estén dentro, medio dormidos. ¿Qué pasa cuando llega un Mundial? ¿Qué pasa cuando se llega más lejos de lo que pensabamos? ¡De pronto todos esos sentimientos de nostalgia se despiertan! Y nuestro cuerpo se convierte en una batidora que hacer que esos sentimientos se remuevan y se despierten. Aparecen entonces las ganas de estar en tu país aunque sea sólo una noche, para poder disfrutar de una comida con amigos y familiares ... aparecen de repente las ganas de mostrarle a todos tus amigos austríacos, que linda cultura es la tuya! que apasionados podemos llegar a ser ....y de pronto te encontras a vos mismo con los ojos llenos de lágrimas emocionado por tener unas raíces de las que estás muy orgulloso. Los días pasan y tu familia te cuenta por teléfono o por skype qué andan haciendo en la otra punta del mundo, si están felices por la victoria o desanimados por la derrota. Te pasas viendo en internet las publicidades una y otra vez, sobre las batallitas de tu selección .... hasta que un día llega la final. Te pones la camiseta de tu selección, vas al bar dónde se reúnen tus compatriotas y te pasas 90 minutos en tensión, con sufrimiento, comentando cada pase, mandando por whatsapp cada falta y por supuesto cada gol!

Cuando ya por fin acaba, la nostalgia permanece unos días más .... es como la tos que sigue después de la gripe. Cada día se va quedando más dormida, hasta que el próximo evento la vuelva a despertar.

Bueno lectores, me encantaría que compartieran sus experiencias .... La nostalgia no sólo despierta con el mundial, asi que si alguien tiene otra historia que contar, por supuesto que es bienvenida!

Auf wiedersehen! und Bis Bald!