jueves, 18 de septiembre de 2014

Adaptarse a un país sin olvidarse del clima


Siempre había escuchado a amigos decir que cuando se habían ido a vivir a Londres, una de las cosas que más habían notado era el cambio de las temperaturas y sobre todo el exceso de lluvia y la falta de sol. Incluso uno de mis profesores favoritos de la facultad nos había explicado la relación entre cielo cubierto de nubes y la electroquímica del cerebro, pero no sólo en teoría, sino también nos había contado que él mismo hizo unas prácticas en un hospital de Londres y que el clima le había afectado de tal manera que había decidido volverse. Bueno, y ¿porqué cuento yo todo esto? Pues porque cuando vine a vivir a Austria no me imaginé que de pronto dejaría de ver el sol durante todo el verano ni tampoco me imaginé cuánto esto podía afectarme a mi y a la gente de mi alrededor. Por eso pensé escribir hoy sobre este tema.

En general, las personas hispanohablantes vienen de países cálidos y están/estamos acostumbrados a ver el sol casi todos los días del año. Cuando llegas a Austria, sobre todo en invierno, esperas que no salga mucho el sol … pero cuando de pronto es verano y llueve todos los días empiezas a darte cuenta de cuanta falta le hace a tu cuerpo y a tu estado de ánimo unos rayitos de sol. Para empezar te notas más pálido que de costumbre porque al no haber estado expuesto al sol durante el invierno es como si tu piel se hubiera aclarado, tu pelo por su parte se oscurece y tu estado de ánimo es menos alegre y jovial que antes. Quizás no somos conscientes del todo de cuánto puede afectarnos la falta de sol y la presencia de la lluvia reiterada. Por ello aquí van unas recomendaciones para cuando se está viviendo en un país en el que la la niebla y la lluvia siempre están presentes.

  • Utilizar colores vivos al vestir: rojos, amarillos, verde chillón … no sólo vas a animarte sino que animarás a los que te vean.
  • Llevar paraguas llenos de vida y color: no hay nada más lindo que ver los paraguas de los niños al ir al cole. Con dibujos, de colores, con puntos, a rallas … siempre te sacan una sonrisa. Ser adulto no significa ser aburrido, también se puede llevar paraguas divertidos.
  • Escuchar un buen programa de radio al levantarte: hoy en día con el móvil puedes escuchar tanto la radio local como la radio que escuchabas en tu país. Personalmente, al principio cuando llegué a Austria, no entendía la radio por el idioma, entonces prefería escuchar la radio española a través de una aplicación del Smartphone. Ahora disfruto de la radio austríaca e incluso me rio de sus chistes! Todo es un proceso … pero la radio sin duda ayuda a subir el ánimo cuando el día está tan gris.
  • Sal de casa aunque llueva, aunque tengas el día libre. Las botas de lluvia y un buen piloto te permitirán salir a dar una vuelta. La actividad física (en este caso caminar) ayuda al cuerpo a activarse y al cerebro a liberar endorfinas.  Así que anímate a activarte!
  • Rodéate de gente positiva … esto es algo que siempre ayuda. Escuchar a alguien quejarse las 24 horas del día sólo hará que te contagie su negatividad. Y no te olvides que muchas veces está en nosotros ser positivos y alegres! Obvio que el sol siempre facilita la tarea  … ¡!


Para aquellos que están leyéndome desde Linz les ánimos a disfrutar de estos tres días consecutivos de sol …. Salgan, practiquen deporte, tómense un café en una terracita, abran todas las ventanas de la casa y pongan las plantas a absorber sol!!

Por último decir que el clima es un factor que influye en el estado de ánimo, y eso está comprobado científicamente, pero que si una persona se encuentra más triste o decaído de lo habitual, probablemente actúen en él otros factores aparte del clima. Por ello siempre es importante estar atento a sí mismo.

Bueno lectores! Si tienen experiencias que compartir no duden en escribir! Hasta la próxima!
Auf wiedersehen ¡

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