a) aquellos que se integraban completamente, rechazando su propia cultura,
b) aquellos que no se integraban para nada, y sólo mantenían su cultura, y
c) aquellos que se integraban pero mantenían su cultura.
d) aquellos que ni se integraban ni mantenían su cultura.
Me llamó la atención cuando lo leí, el hecho de que los nativos el tipo de
inmigrante que mejor aceptaban era el tipo c), y que de hecho, los más felices
eran los del tipo c), porque conseguían estar bien en el país de destino sin
traicionar a su patria. Está claro que los del tipo a) les cuesta estar a gusto
consigo mismos porque están tan ocupados en disimular sus orígenes y parecer
nativos que se olvidan que su personalidad reside en esas raíces que intentan
ocultar. Los del tipo b) se entiende que tampoco pueden sentirse bien por
completo, porque al rechazar la cultura nueva, están a la defensiva con los
nativos, lo cual hace que a su vez sean más fácilmente rechazados por éstos.
Pues bien, este artículo busca que los inmigrantes puedan estar bien consigo
mismos y con el entorno en el que decidieron vivir. Allá vamos.
Empecemos por el principio: integrarse no significa decir todo que si, ni
mantener la propia cultura significa decir a todo lo nuevo que no. La
integración no consiste en que te guste todo sobre la nueva cultura, ni que se
deban celebrar todas aquellas fiestas de la ciudad en la que estás, ni que
debas comer toda la gastronomía local. En realidad, la definición de integrar
es hacer que alguien o algo
pase a formar parte de un todo, es decir, hacer que el inmigrante pase a
formar parte de la sociedad y cultura nueva. ¿Y cómo se hace eso? La verdad
que no hay una receta mágica ni un capítulo en un libro que nos guíe sobre cómo
se debe integrar el inmigrante al país de destino. Pero todos tenemos una idea
de cómo se hace eso. Para los que aún están pensativos, a continuación algunos
de los puntos que ayudarán al inmigrante a integrarse son (por orden de
importancia):
- Conocer el idioma y poder comunicarse con los demás. Esto lo ayudará en muchos aspectos ya que le abrirá puertas a nuevas amistades y por supuesto facilitará mucho la tarea a la hora de conseguir un buen trabajo.
- Conocer gente con la cual compartir experiencias: amigos, compañeros de trabajo, amigo de un amigo, colegas de deportes, compañeros de clase de alemán, etc. Tener apoyos, ya sea de compatriotas como de ciudadanos autóctonos, conseguirá reforzar su autoestima y le hará sentirse parte de la sociedad nueva.
- Conocer la ciudad: las calles, los diferentes medios de transporte, los mejores lugares para hacer la compra, los cafés donde comer una rica tarta, los diferentes barrios, las zonas menos turísticas, etc. Ya que esto dará al inmigrante la confianza en sí mismo y permitirá que disfrute más de su estancia allí.
- Buscar trabajo y conocer los diferentes sitios donde se ofertan plazas de trabajo. Trabajar es importante para la integración, pero no lo es todo. De hecho por eso lo puse en 4to lugar. Conocer las webs propias del país de destino donde buscar trabajo, conocer los periódicos que ofertan plazas de empleo, todo ello ayudará a una fácil integración. Conseguir trabajo, intensificará los puntos anteriores y además le hará tener una rutina que ayudará también a que se establezca completamente en el país de destino.
- Buscar coincidencias entre las cosas que le gustan a uno hacer y la oferta que hay en la ciudad. Por ejemplo, a mi me gusta mucho patinar sobre hielo, y aquí es una actividad bastante común para hacer. Lo mismo para aquellos que les guste esquiar.
Creo que esos puntos son los básicos para una buena integración. Pero ¿qué
hay con el mantenimiento de la propia cultura? ¿Cómo se hace eso? Te lo cuento
en el próximo post!
Hasta el próximo día! Auf wiedersehen!
Bárbara Belenky