martes, 15 de octubre de 2013

Fracaso escolar e inmigración



A diferencia del estudiante autóctono, al estudiante inmigrante se le suman otros factores que pueden dificultar el éxito escolar, algunos de ellos están intrínsecamente relacionados con el proceso de migración, otros de ellos están relacionados con la sociedad y cultura de acogida,  y otros están relacionados con el bagaje cultural del inmigrante.

Factores intrínsecamente relacionados con el proceso de migración
La manera de expresarse que tienen las personas (niños, adolescentes y adultos) puede ser clara y directa – sana – o confusa e indirecta – menos sana -. La forma de expresar sentimientos de inconformidad, tristeza, nostalgia, disgusto, enfado, añoranza, ira  y más en una etapa crítica como es la adolescencia, la conocemos e identificamos prototípicamente con la rebeldía.  En una adolescente en condición de inmigrante todos los sentimientos propios de la adolescencia sumados a los de los inmigrantes hacen de ellos personitas más vulnerables a la confusión y a la forma más indirecta de expresar cómo se sienten.

El fracaso escolar o abandono escolar prematuro, es una vez más la forma de expresar el malestar que el adolescente siente ante este nuevo cambio. Es una llamada de atención a los tutores, padres y profesores, un grito ahogado a través del cual el adolescente manifiesta que algo no va bien, y concretamente que su proceso de adaptación está siendo más difícil. Concretamente los factores relacionados con el proceso de migración son los siguientes:
  • Dificultad para expresarse en el idioma nuevo: una persona que no domina la nueva lengua sentirá una gran barrera a la hora de comunicar al grupo de iguales y a los profesores como se siente y qué necesita. Teniendo en cuenta que el grupo de iguales en los adolescentes es realmente importante para la identificación y asentamiento de su identidad, el hecho de no poder compartir las ideas y pensamientos con sus compañeros menguará en su estado de ánimo y por ende en su rendimiento escolar.

    Algo tan básico como comunicarse puede convertirse en dramáticamente difícil.  Por otro lado, sí podrán expresarse con sus familiares en su propia lengua, sin embargo también con sus padres o hermanos pueden verse coartados por el ambiente familiar que se tiene en las casas de los inmigrantes con otras características diferentes a las familias autóctonas y más ligado al propio cambio de país (factor b). 
    Cuando hablamos de barrera en la comunicación, también me gustaría añadir a aquellas personas que hablan el mismo idioma, por ejemplo el español, pero que traen un acento diferente al de la ciudad de acogida, por ejemplo, el acento colombiano. Es también duro para un adolescente inmigrante que habla el mismo idioma pero con un acento diferente, que tanto sus compañeros de clase como incluso los profesores, hagan burla de su manera de hablar y de expresarse. Este factor está muy conectado con el factor que explicaré luego sobre bullying o acoso escolar. Aquí simplemente quiero subrayar que la burla, poner en ridículo y el desprecio hacia la manera de hablar que tiene un adolescente puede cohibirlo mucho a la hora de interactuar con sus compañeros y a la hora, y esto es lo que nos interesa en este post, de estar motivado para el estudio. A veces tratamos los temas por separado: acoso escolar, problemas familiares, fracaso escolar, pero nuevamente insisto – ¡que insistente me he vuelto vaya! – en que es necesario una visión holística e integradora, pues muchas veces el fracaso escolar es el grito desesperado de otros problemas alrededor de la vida del adolescente. Centrarnos solamente en la falta de estudio y de motivación sería entonces no ver el problema en perspectiva.

    Por último en este punto añadir que la dificultad para hablar en el idioma del país de acogida se aplica también al aprendizaje de las asignaturas. No es lo mismo redactar en tu propia lengua que hacerlo en otra que llevan poco tiempo aprendiendo. Ni tampoco es igual pensar en un idioma que en otro, simplemente por la estructura gramatical. Todo ello afecta al éxito o fracaso escolar.
  • Bullying: el término de acoso escolar se refiere a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Al igual que el tema de fracaso escolar, hay numerosos artículos sobre esta temática ya que en los últimos años se ha incrementado. A lo que refiere este artículo querría añadir que la población inmigrante tiene, por las diferencias obvias que se encuentran en relación con un estudiante autóctono, más posibilidades de sufrir este fenómeno. La forma de hablar, el color y tez de la piel, las costumbres, la forma de vestir … todo aquello que es diferente del alumnado autóctono puede llevar a la burla y el desprecio simplemente por ser diferente. Aquí no vamos a entrar en el perfil del agresor ni tampoco especialmente en el perfil de la víctima, en este caso el inmigrante, pues se nos haría demasiado largo. Sólo a modo de perspectiva insistir en que el hecho de ser distinto de los demás compañeros puede favorecer este acoso. Y cuando el adolescente no se siente comprendido e integrado con sus iguales o con un grupo de pertenencia, cuando no puede expresarse libremente e identificarse con otros, quedando marginado, parece bastante claro que la motivación hacia el estudio desaparezca y la falta de ganas de acudir al centro de estudios también. Además, el hecho de que sufran acoso y los profesores no se den cuenta o que para ellos pase desapercibido agrava más la situación, puesto que el adolescente se siente doblemente mal: rechazado por sus compañeros e ignorado por sus profesores. He aquí la importancia de la labor de los profesores y orientadores a la hora de identificar este tipo de maltrato.

  • Situación familiar: como expliqué en otro post, en una misma familia cada miembro experimentará un proceso de migración diferente, ya sea por la edad, el género, el rol que ocupa en la familia y la relación que tenga con el resto de miembros.

    Tanto en los niños como en los adolescentes, el proceso de migración que realicen sus padres será crucial para su propio proceso. Si los padres tienen una visión positiva del cambio, unas buenas expectativas sobre el nuevo país, la marcha de su país de origen se haya hecho de una manera adecuada y preparada y  están en una situación legal y con trabajo, el proceso será más sencillo que de lo contrario.

    Por otro lado, si en casa se vive una situación compleja ya sea porque los padres no están contentos en el nuevo país, o bien la situación económica es complicada, o los padres están en condiciones precarias de trabajo realizando jornadas laborales muy largas que no les permite pasar tiempo con sus hijos, o si la relación entre los cónyuges está rota, todo ello puede también favorecer la aparición de fracaso escolar, pues el adolescente podrá expresar su desacuerdo o su angustia por los problemas familiares a través de falta de motivación y suspensos en el colegio. Recuerdo un caso en que los padres del adolescente inmigrante tenían una relación conflictiva de pareja, y a su vez tenían una jornada laboral muy extensa. Debido a su jornada laboral no podían pasar tiempo ni de ocio ni de disciplina con sus hijos. A eso se suma que la pareja no pasaba por un buen momento, por lo que pronto aparecieron conductas disruptivas en el colegio y absentismo escolar. Como véis no se trataba sólo en centrarse en el problema escolar sino en toda la problemática de este adolescente.
  • Situación económica:  a pesar de que este apartado se podría englobar en los problemas familiares, quería dedicarle un espacio ya que muchas veces los problemas familiares en las familias de inmigrantes viene derivado de la condición de inmigrante a la hora de encontrar trabajo. Me explico, los inmigrantes suelen ser contratados en condiciones precarias de trabajo debido a su situación legal o su desventaja social frente a la población autóctona. Las jornadas laborales son muy extensas y el sueldo es bajo, por lo que muchas veces los hijos se ven en la necesidad de ayudarlos de alguna forma, o bien buscando trabajo si si han cumplido los 16 años o bien formando parte del equipo de trabajo de la tienda que están llevando sus padres. Esta responsabilidad por parte de los hijos hace que se encuentren muy cansados y sin ánimo para ir a estudiar y centrarse en hacerlo bien.

    Recuerdo el caso de una niña china, que era brillante en las matemáticas, y que sus padres tenían una tienda. La niña dominaba el español a la perfección y era muy buena en matemáticas por lo que ayudaba a sus padres con la caja y las cuentas de la tienda. Tenía que quedarse hasta las 2:00 am despierta para atender la tienda y hacer la caja. Cuando estaba en la escuela por las mañanas se quedaba dormida en el pupitre. Incluso una niña brillante puede caer en el fracaso escolar por el simple hecho de estar cargando con responsabilidades que no le corresponden y que le quitan tiempo.
  • Racismo y xenofobia: el fracaso escolar también es más pronunciado cuando el adolescente inmigrante se siente completamente rechazado ya sea por su raza, su religión, su género, o cualquier otra forma de discriminación. Para que el adolescente en general y el adolescente inmigrante en particular pueda obtener buenos resultados en su rendimiento escolar, es factor imprescindible que se sienta integrado y aceptado por sus compañeros de clase. Está claro que no es el único factor para que el rendimiento sea bueno, pero sí está en los factores importantes a tener en cuenta. Por eso existen tantos programas en la Comunidad de Madrid por ejemplo, para la integración de los inmigrantes en escuelas y colegios.

    Quiero recalcar en cuanto a este fenómeno la importancia de los docentes. Si un profesor que tiene prejuicios sobre un determinado grupo de población, y a su vez tiene un adolescente perteneciente a ese grupo, no facilitará la motivación en el alumno así como tampoco intentará llegar a él de la manera adecuada para que se integre con el resto de compañeros. Hablo más del profesor que de los alumnos porque él es el ejemplo que la clase sigue. Si un profesor demuestra rechazo abierto y desprecio hacia los inmigrantes, ya sea por sus propios prejuicios, ya sea porque no sabe cómo hacer su trabajo con grupos mixtos, favorecerá la aparición de acciones racistas y xenófobas en sus alumnos.

    En el caso de los alumnos, el que sean más o menos racistas o xenófobos depende mucho del aprendizaje que hayan recibido de sus padres. Si en casa se habla mal de los inmigrantes los niños y adolescentes los verán desde una perspectiva negativa ya que sus padres, que son en quienes más confían, así se lo transmitieron.
Para acabar me gustaría enfatizar en que el fracaso escolar no es -  mi modo de ver - un problema aislado que vive el adolescente inmigrante sino que está interrelacionado con otra problemática y otros fenómenos propios del proceso de migración y de las familias inmigrantes. Por ello, cuando a consulta me llegan dos padres que quieren que su hijo "les apruebe los examenes" , prefiero trabajar de manera más global en la historia familiar y en el proceso de migración, que centrarme sólo en la consecuencia de estos problemas - el fracaso escolar -.

Una vez más se alarga el post, pero no quería dividirlo en dos partes porque perderíamos el hilo de la temática. ¡Espero que les guste! Para perguntas y dudas, pueden comentar al final del post o bien mandarme un mensaje privado a través de la mensajería de la derecha.

¡Hasta la próxima viajeros!

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