Era un día de
semana y yo estaba escuchando música en el living del piso de Buenos Aires.
Tenía 14 años, estaba sentada en una silla pegada al equipo de música y sonaba
“Westlife”. Se acercó mi madre y me dijo que teníamos que hablar, yo no sabía lo
que iba a decirme pero sentía que era algo importante. Me dijo que nos íbamos a
vivir a España, que ya lo habían decidido con mi padre y que cuando tuviéramos
todos los papeles en regla íbamos a mudarnos. Estaba en shock y no me dió
tiempo de ponerme a llorar sino que respondí rápidamente que me quedaba en Argentina,
viviendo en la casa de mis abuelos, incluso en la casa de mis amigos. Me miro
tranquila y me dijo que la decisión ya estaba tomada y que nos iríamos
alrededor de Marzo.
Desde ese momento comenzó lo que llamé en el post anterior: mi proceso de migración. Para empezar, después de ese día hay un espacio de tiempo que realmente no recuerdo muy bien, mis mecanismos de defensas parecen haberse ocupado de aquél lapsus!! Lo que recuerdo luego es que debido a que los papeles se retrasaron un poco más de lo debido ya no podíamos irnos en Marzo,y que empezamos un curso escolar sin clases pero con mucho deporte. Sin embargo, la sensación de cambio ya había empezado aquél día de diciembre cuando hablé con mi madre. Los días de la mudanza de nuestra casa a la casa de mi abuela remarcaron más la sensación de que pronto estaríamos en otro país, ya que no teníamos la misma intimidad que cuando vivíamos en nuestro departamento. A medida que el tiempo pasaba y nos íbamos acercando al momento de viajar me empezó a doler mucho la boca del estómago y estaba más irritable que antes. Es importante darse cuenta de que todos estos detalles estuvieron presentes desde antes de dejar la Argentina. Es decir, que el proceso no empieza al pisar el territorio del nuevo país, sino aún cuando estás en tu tierra preparándote para el siguiente paso.
Así también, formó parte de esta fase del proceso, la despedida. Todavía me acuerdo lo triste que estaba los últimos días y la ilusión que me hizo la gran sorpresa de mis amigos. Se las ingeniaron muy bien para hacerme una gran fiesta de despedida que siempre quedará guardada en mi recuerdo. Ese mismo día me regalaron un libro con dedicatorias – que aún a día de hoy conservo – y un montón de palabras de ánimo y fuerza. Esta despedida fue sin duda un aliciente para lo que nos interesa: el proceso de migración. Aprovecho para añadir que las despedidas, no sólo en éste pero en cualquier proceso de duelo, son muy importantes porque nos permiten asimilar mejor la pérdida, y comenzar con buen pie un largo camino que llevará tiempo. En este caso, me permitía asimilar las distintas pérdidas: de mis amigos, de mis familiares, de mi adolescencia en Argentina, de mi país y de mis costumbres …. Además, a los 14 años, lo más importante son tus iguales, tus compañeros, tus amigos, y por ello para mí esa despedida me ayudó mucho.
Poco días después, llegó el gran día. El vuelo fue
largo y durante él mis hermanos y mi mamá me vieron llorar y llorar sin poder
parar. Nunca me voy a olvidar de la primera vez que bajé del coche y ví el
barrio donde viviríamos. Todo aquí era diferente y no me gustaba nada, yo lo único
que quería era volverme a mi país con mi familia y amigos. Durante ese primer
año viviría en ese barrio con vecinos desconocidos y calles nuevas para mí,
pero la aventura ya había empezado y había que seguir. Al principio me sentía
muy sola aunque estuviera con mis hermanos y padres, porque el colegio empezaba
en Septiembre y nosotros llegamos en Junio. Pasamos el verano en Madrid y yo
seguí bastante conectada con mis amigos de Argentina a través de internet. En esos primeros
meses no me integré demasiado en el país porque conocía a muy poca gente. Lo
que sí avanzó en mi proceso fue que mi mamá intentaba hacer planes divertidos
para los tres hermanos y que tanto mi padre como mi madre no mostraran tristeza o nostalgia, sino que estaban contentos porque ya estábamos
todos juntos otra vez en el nuevo país y empezando una vida diferente pero
juntos. Creo que el hecho de que los dos estuvieran unidos y mostrando la misma fuerza, hizo que mi proceso fuera mucho más sencillo que si uno hubiera estado más triste o más débil en la decisión. Cuando los padres "educan en equipo" el mensaje es mucho más claro y contundente para los hijos, y en este caso también fue así para mí.
Se está haciendo un post largo así que continuará el siguiente día ... espero que lo estén disfrutando. Escribirlo me ha hecho mover algunos trastos viejos que estaban guardados en mi memoria ... pero ha valido la pena, mañana más!
Continuará ....
P.D: Me encantaría que aquellos que pasaron por una situación parecida se animaran a comentar, todas las experiencias serán bienvenidas !!!
P.D: Me encantaría que aquellos que pasaron por una situación parecida se animaran a comentar, todas las experiencias serán bienvenidas !!!
Yo también estoy removiendo trastos viejos con este post! Espero el siguiente con muchas ganas :)
ResponderEliminarNo está mal mover estos trastos de vez en cuando - así se les quita el polvo después de una década quietos ;) - Me encanta que me leas Cleo, y espero que te guste el próximo post!!
Eliminar¡Hola guapa! Me parece que has escrito un post precioso y creo que tienes toda la razón, cuando tu familia y amigos muestran alegría ante este tipo de cambios, o ilusión, se hace un poco más llevadero, aunque no deja de ser muy difícil, sobre todo con la edad con la que tú viviste esa mudanza. Pero fíjate la maravillosa persona en la que te has convertido ahora, y parte de ello proviene de las experiencias que has vivido, entre ellas ese cambio de país. ¡Sigue contándonos más cositas! Espero impaciente tu siguiente post :)
ResponderEliminar¡Hola viajera! me alegra mucho que te gustara este nuevo artículo un poco más personal :) Como bien decís, la edad con la que vine a España lo hizo quizás un poco más difícil, pero independientemente de ese punto, y vos lo sabés bien porque también sos una sabia viajera, me ha convertido en quien soy hoy, y mirando hacia atrás cada pasito en España, cada momento vivido desde el primero me ayudaron a crecer! Y lo mismo pasa con vos allá en los Alpes austríacos ;) - que fue llegar allí y enamorarlos con tu forma de ser (no podía ser de otra manera, conociéndote!) !! En cuanto acomode los trastos del recuerdo :P seguiré por dónde lo dejé!
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